GUERRILLA GIRLS, LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES ARTISTAS

INTRODUCCIÓN

Corre el año 85 y en el MOMO de Nueva York hay una exposición con el título “ An Internacional Survey of Pointing and sculture”, se mostraban obras de 169 artistas como muestras destacadas del arte contemporáneo, entre los que únicamente en contrábamos a 13 mujeres. Para combatir esta desigualdad se congregan a las puertas del museo gran cantidad de personas ataviadas con máscaras de gorilas colapasando la entrada y los alrededores del edificio. Esta sería la primera aparición de las Guerrilla Girls (G.G.) con la que pretendían poner en evidencia a todo el mercado artístico del momento. Buscaron y señalaron a culpables de esta situación de desigualdad tales como galeristas, críticos o coleccionistas.

A comienzo de los 80 un grupo de artistas que fueron marginados por cuestiones políticas o raciales emergía poniendo al centro creativo en el activismo social y en acciones colectivas. Se apoderaban de la calle pero también de las galerías para hacer oír sus voces disidentes. Barbara Kruger o el colectivo General Ideal, eran algunos de los ejemplos. De este contexto más politizado nacieron las G.G., un grupo formado por mujeres con el objetivo de combatir el sexismo y el racismo en el mundo del arte. Ellas mismas explican “Las G.G. somos artistas y activistas feministas. En público llevamos máscaras de gorilas y utilizamos el humor y una imagen irreverente y provocadora para denunciar los prejuicios de género y de raza, y también la corrupción en la política, el arte, el cine y la cultura pop.”

Su medio predilecto para llegar al público y su soporte son los carteles. La producción es fácilmente reconocible ya que todos mantienen una estética similar caracterizada por el uso de colores fuertes como el rosa y el amarillo y también algunos en blanco y negro en los que la importancia recae sobre el mensaje y las estadísticas que apoya sus argumentos. Se apropian del lenguaje visual de la publicidad para transmitir sus mensajes de una manera rápida y accesible.

Uno de sus trabajos más conocidos cuyo cartel ha quedado como emblema indiscutible de su obra es el que situaron frente al Metropolitan Museum de Nueva York en el 89 que decía: “¿Tienen las mujeres que estar desnudas para entrar en el Met. Museum? Menos del 5% de los artistas que desarrollan su obra dentro del arte moderno son mujeres, pero un 76% de los desnudos son femeninos”.

A través de la imagen más que reconocible de la Odalisca de Ingres, las G.G. transmiten una crítica hacia esa visión de la mujer como objeto de deseo y sujeto pasivo que se presentaba como una simple representación de algo bello para romper ese empeño del pintor del realismo académico parisino. La cara de la Odalisca fue cubierta con la máscara gorila, su seña de identidad.

SUS FORMAS DE ACTUAR

En sus intervenciones públicas utilizaban como pseudónimo los nombres de artistas fallecidas como Frida Kalho, Eva Hesse o Lee Krasner, reivindicando así los logros que aquellas habían conseguido. Con esta máscara también pretendían emular a la gran Marlen Dietrich que había llevado un disfraz de gorila en la “Venus Rubia” provocando el pánico de los espectadores de los años 30. Uno de sus carteles más irónicos enumera una serie de “ventajas” que atribuyen a la condición de ser mujer artista. Entre ellas: trabajar sin la presión del éxito; tener la oportunidad de escoger entre tu carrera y la maternidad; ver tus ideas reflejadas en el trabajo de otros; estar segura de que cualquier tipo de arte que hagas será catalogado como femenino; ser incluidas en versiones revisadas de la historia arte.

GUERRILLA GIRLS, LA REVOLUCION DE LAS MUJERES ARTISTAS

¿DÓNDE ESTÁN LAS MUJERES ARTÍSTAS?

Han pasado 30 años de las primeras acciones de las G.G. y no obstante, la presencia de mujeres artistas en los museos sigue siendo escasa. Según el observatorio de género con la colaboración de Mujeres en las Artes Visuales (M.A.V.), solo un 14% de lo que se expuso en los museos de Barcelona en el 2016 eran muestras de mujeres. En la feria Arco de Madrid de 2016, un grupo de mujeres artistas se puso diademas en la cabeza con el símbolo del geolocalizador de Google para demostrar que las mujeres estaban presentes. Arco había expuesto a un 4% de artistas mujeres en el 2016 y un 5% en el 2017. Una cifra muy baja para la gran feria del arte contemporáneo que pretende ser. ¿Por qué en Barcelona solo hay un equipamiento museístico que dirija una mujer? Judith Carrera al frente del CCCD desde Julio de 2018.

Las protestas de las G.G. evolucionaron hacia otros temas de actualidad como el aborto, la violación, la pobreza, la discriminación racial o la guerra del Golfo, colaborando con otros grupos como el ACT UP.

En 1999 el colectivo, que ya había crecido considerablemente, decidió, establecerse como G.G. inc. Pero solo un año más tarde empezaron a disgregarse: el grupo de performes y el comando on line, se establecieron cada uno por su cuenta. Pero estos últimos sucesos no deben ensombrecer la labor de denuncia y crítica social emprendida por el grupo durante más de una década.

Su activismo fue una alternativa a otra forma de feminismo de ese momento. Las G.G. no fueron las primeras ni las únicas en reivindicar los derechos de las mujeres, pero sí fue original y única la forma en que propusieron combatir esta discriminación: con ingenio, descaro y mucha ironía.

GUERRILLA GIRLS, LA REVOLUCION DE LAS MUJERES ARTISTAS

  • Feb 20, 2020
  • Categoría: Noticias
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